No
siempre lo bueno está más allá, no siempre "está por venir". Y lo más
lindo que hay, es poder darse cuenta de que está pasando precisamente en el
instante exacto. De que la percepción, por una vez, se ajusta a la realidad. De
que el presente deja de ser algo tan efímero y se convierte en algo real.
Porque ya estamos hartos de que todo ya haya pasado o esté por venir, y más aún
entendiendo que lo único que hay es el presente; un presente permanente,
constante, inacabable, indestructible: bendita y malditamente eterno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario